Acerca de lo que es ser un psicoanalista, en el sentido de la diferencia con un intelectual.
En cuanto a que el intelectual tiene un discurso de la conciencia que elabora ideas sobre lo que pasa en la mente y el psicoanalista tiene situados los conceptos en la relación con el paciente, discurriendo con sus ideas en el alma del otro. Le muestra con posiciones en la relación, lo que el intelectual le explica.
Le dice las ideas cuando el otro está capacitado para escucharlas y las escucha cuando necesita que sean escuchadas.
Para tener este ser psicoanalítico no es suficiente con conocer los conceptos de la concepción psicoanalítica y recitárselos al paciente, se trata de insinuarlos en su alma, de abrir esta puerta en su interior.
A la gente le cuesta entender que se transmita algo que no sea la comprensión de las ideas. Una cosa diferente la sienten como si fuera magia. Recuerdo de una paciente que decía de su psicoanalista: Es mágico, parece que no te dice nada pero te cambia todo.
El psicoanalista no es un mago, es alguien que sabe hablar con el interior del paciente, capaz de tener la palabra que puede ser escuchada.
En cuanto a que el intelectual tiene un discurso de la conciencia que elabora ideas sobre lo que pasa en la mente y el psicoanalista tiene situados los conceptos en la relación con el paciente, discurriendo con sus ideas en el alma del otro. Le muestra con posiciones en la relación, lo que el intelectual le explica.
Le dice las ideas cuando el otro está capacitado para escucharlas y las escucha cuando necesita que sean escuchadas.
Para tener este ser psicoanalítico no es suficiente con conocer los conceptos de la concepción psicoanalítica y recitárselos al paciente, se trata de insinuarlos en su alma, de abrir esta puerta en su interior.
A la gente le cuesta entender que se transmita algo que no sea la comprensión de las ideas. Una cosa diferente la sienten como si fuera magia. Recuerdo de una paciente que decía de su psicoanalista: Es mágico, parece que no te dice nada pero te cambia todo.
El psicoanalista no es un mago, es alguien que sabe hablar con el interior del paciente, capaz de tener la palabra que puede ser escuchada.
7 comentarios:
Es interesante esa idea de lo que es la "magia". En contextos de este tipo quizás puede significar la renucia a hacer las cosas por uno mismo.
Saludos y felicidades por el blog.
Hola blues
Si entiendo la renuncia a hacer las cosas por uno mismo, como darle un lugar al otro, sí, esa sería la "magia", ya que el sujeto del inconsciente está en una relación de interrelación esencial con el otro. Lo que Lacan llama, en el sentido de una red simbólica, el otro con mayúscula, que en cada prójimo se ve representado.
Gracias por participar.
Me quedé con esta frase: "el psicoanalista tiene situados los conceptos en la relación con el paciente, discurriendo con sus ideas en el alma del otro".
Estoy segura que hay excelentes psicoanalistas que hacen eso, pero he protagonizado extensos debates en foros de la universidad de Buenos Aires, (Facultad de Psicología, orientada fuertemente al psicoanálisis) y sólo he percibido agresividad e intolerante en sus estudiantes. Me parece que para ser psicoanalista, se debería formar profundamente en humanidades. Ya decía Freud que había que conocer lo mitos....etc. Porque eso, da Sabiduría. Yo diría que hay que hacerlos meditar, conocer las religiones, los mitos previos también, ok. La filosofía, metafísica.... Y luego: teoría psicoanalítica. Por decir que soy creyente, se me considera allí directamente enferma e incluso he sido insultada por futuros psicoanalistas y psicólogos. ¿Es compatible esa intolerancia y agresividad verbal, con un inminente terapeuta?. ¿Cómo podrá alguien así hablar al ALMA del paciente?. Sinceramente, creo que hay grandes lagunas en la formación humana actual.
Hola Anónimo
Lo de Ánónimo podría ser un buen nombre para la posición inconsciente necesaria para ser psicoanalista, la de que la conciencia del analista no está presente en el discurso, la de que el psicoanalista en su función no tenga personalidad.
La ignorancia docta que decía Lacan. Freud solía decirle a sus supervisados que cuando ese paciente que viene varias veces por semana a sesión desde hace tiempo, llega a la sesión, no sepa usted quién es. Si sabe quién es no es un psicoanalista.
Entiendo que se trata en el tratamiento psicoanalítico que las intervenciones se realizan en transferencia, vale decir en la relación que el paciente establece con el tratamiento y la persona del analista.
En cuanto a la formación estoy bastante de acuerdo en esas necesidades que enuncias, aunque en un término general entiendo que se pueden remitir a que el psicoanalista debe ser una persona culta, y para llegar a serlo puede haber varios caminos muchas veces particulares, incluyendo la formación académica en ciertos campos que competen a lo humano.
Te agradezco tu aporte
Me ha gustado mucho el artículo, en especial la última frase: "El psicoanalista no es un mago, es alguien que sabe hablar con el interior del paciente, capaz de tener la palabra que puede ser escuchada." Me parece que el psicoanalista es una suerte de artista, en el sentido de la "tekné" de los antiguos griegos. Octavio Paz decía que "la obra de arte nos deja entrever, por un instante, el allá en el aquí, el siempre en el ahora". Decía Lacan que la Idea suprasensible platónica (el eterno allá) se hace presente en lo aparentemente "superficial" (el cotidiano aquí y ahora). Tal vez la "magia" del psicoanalista consista precisamente en hacer presente y tangible esa Idea en su relación con el analizando.
Respecto a lo que dice "Anónimo", tan sólo querría añadir tres breves observaciones. En primer lugar, atacar una creencia o una idea no es atacar al sujeto de la creencia o de la idea (lo que no digo que sea el caso de "Anónimo"). Yo soy ateo, y si un creyente me dice que considera que el ateísmo es totalmente equivocado, yo no me siento atacado por ello sino, al contrario, halagado por la deferencia que ese creyente tiene hacia mí al interpelarme como su interlocutor y su igual. En segundo lugar, no existe ofensa si el receptor de la misma no se considera ofendido (la ofensa exige la implicación activa del ofendido). En tercer lugar, la verdad no surge del número ni de la mayoría, sino de la posición verdadera, que siempre es necesariamente parcial. Recuérdese que Sócrates fue juzgado y condenado por una asamblea que representaba a toda la ciudad de Atenas; pero, a pesar de hallarse en minoría de a uno, la posición de Sócrates era la que definía la verdad frente a la falsedad de toda Atenas. En el caso que nos cuenta "Anónimo", su misma posición define la verdad de la situación (que uno no está "enfermo" por tener determinada creencia, que discriminar a alguien por su creencia es contrario a la ética), aun cuando se encontrara en minoría de a uno frente a toda la Facultad, cuya posición en este caso sería falsa.
Uff... muchas gracias, anti-pensador :). Tuvieron que pasar años para que leyera tu respuesta, no sé qué me trajo aquí hoy. En fin, dicen que nada es por casualidad jeje.
Que libros me recomiendan leer para conocer y entender bien a la Psicología, no importa que sean libros muy viejos y demasiados, gracias.
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