Páginas

leschnit@yahoo.es

domingo, 16 de agosto de 2015

¿CUÁL ES EL TIEMPO DEL SUJETO?

LA ILUSIÓN DE INMORTALIDAD.


                                                             
                                                              “Quien crea que todo tiempo pasado fue
                                                               mejor, ni fue obrero, ni fue mujer, ni fue
                                                               trabajador”.  Homero Manzi – Tango.


He visto hoy una foto en que mi madre Elisa y su hermana la tía Rebeca, están semi acostadas en un parque de Buenos Aires en un hermoso día de sol. Quizás en Plaza Francia. Tendrían por esos entonces unos setenta y pico de años; hoy, veinticinco años después ya no están con nosotros. En la foto están sin embargo tan vivas, como si la desaparición forzada por la muerte que después las alcanzó no fuera a ocurrir.

¿Cuál es el tiempo del sujeto?
Uno puede decir que ese presente de la tarde de sol sobre la hierba es el presente; sin embargo las hermanas sentirían sencillamente que estaban a gusto, lo que no suena a nada tan trascendente.
Años más tarde cercana mi madre a su declinación, hablamos que ella le había preguntado a su médico: ¡Yo, cuándo me voy a morir doctor?  A lo que el médico contestó: Vos no te vas a morir nunca.
Mamá no se lo creyó y sin embargo la dejó de lo más contenta el chiste del doctor. Le dije: Yo vivo cada día. Mi madre contestó repitiendo la frase: Yo también vivo cada día.

¿Por qué se puso tan contenta ante el chiste del doctor?  Creo que porque más allá de todas las realidades y sus crueles pruebas, le generó ilusión.
¿Es la ilusión de la inmortalidad lo que late en las tardes de sol de nuestra vida?
Y en las noches de lluvia ¿qué pasa? ¿Puede latir de igual manera? Algo oscuro y maravilloso se transparenta en la antigua foto de un presente que hoy no está.

No podemos creer en que tenemos un final y quizás no debemos creerlo. Más allá de que no existe nada eterno, nada total para el ser humano, las verdades subjetivas son acompañadas de un sentimiento de absoluto. El engaño, sin embargo verdadero, de la subjetividad.





No hay comentarios: