RECAÍDA
PRESOCRÁTICA EN EL PENSAMIENTO SOFISTA.
El pensamiento presocrático de los sofistas estaba
basado en la verosimilitud, en lo que resultaba convincente del discurso, sin
preocupación por la verdad real o la verdad demostrable de la ciencia que
fundará Sócrates.
Desde el punto de vista psicológico, este
pensamiento está basado en la grata sensación de omnipotencia que da a la
autoestima, porque el portador del discurso siente que es la super inteligencia
por ´saber´, justamente, la verdad.
Por esta barnizada del yo, el pensamiento
sofista de la verosimilitud, tiende a volver en el curso de la historia.
En el momento actual, con el refrito de la ´posverdad´,
todo indica que estamos en una recaída en este pensamiento.
Solemos asombrarnos de que decir cualquier
cosa nos vaya convenciendo de que es verdad. Y nos preguntamos qué explica este
fenómeno psicollógico. La razón es que el pensamiento sofista sobre la verdad
convincente contra la verdad real, es una gran estructura discursiva con una
base conceptual poderosa.
Como nos hace recordar Estanislao Zuleta,
este pensamiento rigió Grecia durante tres siglos. Es por lo tanto un
pensamiento con una estructura muy fina.
En el tiempo de la posmodernidad que autoriza
a que todo sea visto de cualquier manera, anulando los valores humanísticos,
aliado con el tardo capitalismo que, para quedarse con una parte exagerada del
cartel, echa afuera la vida de los ´descartables´, sin problemas de conciencia.
No es que haya habido mucha conciencia antes
en la historia, pero ahora se hace publicidad del borramiento de valores.
´Vamos, vamos, que nos vamos a divertir´.
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