CUANDO TODO ESTÁ DESTRUIDO, LA REALIDAD ES POÉTICA.
En una comunidad como
la colombiana, en que la realidad ha dejado de existir, son los bambucos, los
cancioneros, las estéticas cotidianas, las maravillosas artesanías que son
arte, que nos hacen sentir lo que somos.
La inteligencia de los pueblos noruegos, con su política exterior de apoyo a las cosas humanas, con la inspiración destacable de buscar mercados en el camino del apoyo a la humanidad; en su inspiración, goza de las maravillosas estéticas de los pueblos originarios.
La negritud, la indigenicidad, en su mezcolanza con los holando- franco-alemanes, entre otros, son nuestra sabiduría; la danza que los músculos han olvidado y cuya memoria hallan en nosotros.
Colombia se halla situada en la paradoja de la desaparición de su gran humanidad, precisa para llevar a cabo una mostración del poder constructor que tiene el arte en la realidad.
Pero aquí se matan, dice la historia; este es un error, por la represión de su riqueza cultural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario