El diagnóstico “bipolar” se ha venido
utilizando en los últimos años como un sinónimo menor de la esquizofrenia. Al
mismo tiempo se lo usa con el sentido de una enfermedad orgánica – una lesión
del cerebro - como la misma esquizofrenia.
Esto no es así, es un error diagnóstico.
Simultáneamente, en esta historia de cambiar
enfoques sobre diagnósticos psíquicos hay otro fenómeno semejante y de no
menores consecuencias: poco a poco se ha ido dejando caer hasta hacerse invisible
el diagnóstico de Neurosis.
Consecuencias:
Si no existe la neurosis, que es dónde está
situado el cuadro bipolar, éste cae sin remedio dentro de los trastornos más
graves, como las psicosis o la esquizofrenia, por el simple hecho que no
encuentra otro lugar donde ubicarse. Y como nadie se ha atrevido, que yo sepa,
hasta el momento, a situarlo claramente dentro de estos últimos, queda ubicado
como una enfermedad mental de origen orgánico, cercana a la esquizofrenia.
Neurosis:
Sufrir un problema neurótico no es una
tontería… pero tampoco es otra cosa mayor.
¿Qué es una Neurosis? – Es un conflicto
emocional inconsciente que proviene de una historia infantil.
La neurosis se trata con mucho éxito mediante
la psicoterapia, que logra una reeducación emocional de la personalidad.
Es un drama psíquico que comienza de los
sentimientos que entran en conflicto y que van afectando la personalidad y la
vida misma. Nada para echar en saco roto como vemos, pero de ninguna manera es una esquizofrenia ni nada que se le
parezca.
Cultura actual: consumismo, propaganda:
¿Por qué se están produciendo estas
desviaciones de los enfoques de la salud mental? – Pregunta necesaria que exige ponernos a pensar.
Entiendo que responde a ciertas ideologías
(formas de enfocar la realidad) de los tiempos que corren, con graves déficits
culturales.
Al consumismo no le interesa el pensamiento
sino simplificar, dado que así se hace más fácil la propaganda.
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