LA
PERVERSIÓN DEL MALTRATADOR.
Apuntes.
En esta foto, los actores expresan una de las
acciones comunes en el maltrato de género: Primero te pego, te daño; después te
quiero.
Pensamos que en ello se expresa una cuestión
esencial de la psicología del maltrato.
El la trata como si fuera una bolsa de boxeo,
con la mayor intensidad agresiva de la que su cuerpo es capaz (ver la
profundidad del hematoma ocular). Y después de eso la besa con amor.
Podemos concluir que la condición amorosa – circunstancias
que necesita para amar a su prójima – es la de producir un objeto maltratado
por él. Esta reflexión, por obvia, nos podrá decir el lector, le hace perder el
tiempo; pero no es así, sino que por el contrario, precisamente por su obviedad
nos puede mostrar algo elemental en su psicología: “No puedo querer sino lo que
he maltratado, machucado, golpeado, lastimado”.
Podemos interpretar el sentido de esto en el
maltratador: Se juega en él un sentimiento de posesión del objeto amado. En la
época de la esclavitud al esclavo se lo podía matar por ser una posesión material. Con
el maltratador, la mujer amada “tiene que demostrar” que es propiedad de su
amante. Por eso la machaca, la lastima, para que ella, al seguir amándolo,
pruebe ser de él.
Bajo esta condición probada de su propiedad
sobre la mujer, la amará. Esta situación es la condición del amor del hombre
maltratador.
Si se quiere ampliar más el interrogante
sobre esta psicología, podemos preguntar por el sentido que tiene esta condición
de amor.
Está basada en la ideología de que el objeto
de la realidad es algo absoluto que se puede alcanzar; algo, por decirlo así,
despojado de toda subjetividad (la de que te amo porque lo siento en mi corazón; sino que tú
tienes las características de una persona que merece absolutamente, por sus
propias características, ser amada.) De ese modo, al hacerle daño y verle
aceptar esta condición de amor – dejarse
besar por ese cariño pervertido y dañino – ve probada su capacidad de objeto
que merece su amor.
La interpretación puede llevarse aún más
allá; diciendo que en la psicología del maltratador hay una dificultad, incluso
un bloqueo, la idea encarnada de que nadie es digno de amor. Desde el punto de
vista psicoanalítico, es él quien no se siente digno de amor, lo que toma como
una categoría humana general, y la proyecta sobre su compañera.
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