Desde el punto de vista del psicoanálisis el humanito es un ser simbólico, miembro material de la casa del lenguaje que se determina por la ley de las combinaciones, más allá de todo pensamiento y de todo cálculo, un fundamento desligado de todas las consideraciones éticas o de conveniencia incluso de su propia supervivencia.
¿Cuál es la ética más inteligente, la que resulta más conveniente elegir?
Si el humanito es tan loco que puede decidir por partes iguales construir o destruir la realidad que lo sostiene, que en muchos casos él mismo ha contribuido a producir, mi opinión es que conviene elegir el amor más que el odio, el trabajo de la construcción más que el de la destrucción.
En cuanto al goce que se pone en juego en la aparición del humanito sobre la tierra desde que el verbo habita entre las especies animales, tanto da odio que amor, destrucción que construcción. Por lo tanto la razón del goce no está en cuestión al momento de dicha elección.
¿Cuál es la razón para elegir una ética del amor, entonces?
- La razón es evitar el sufrimiento que el odio y la consiguiente destrucción producen.
En efecto, si podemos gozar de la belleza de la vida simbólica humanita sin pagar con sufrimiento, tanto mejor.
2 comentarios:
En primer lugar quiero darle las gracias por tener este blog y por haber seleccionado otros más de la misma temática: el mundo psicoanalítico. Todavía recuerdo el impacto que produjo la lectura de la Psicopatología de la vida cotidiana en un joven de dieciséis años. Y me río de lo que podría entender dicho joven de todo aquello cuando ni siquiera había concluido su bachiller. El estudio del psicoanálisis ha sido una constante en mi vida; una constante con intermitencias, pero mantenida (¿Un automatismo de repeticion? :-) En mi afán por desentrañar de una vez por todas los conceptos y términos más manejados en el argot analítico, después de que el seductor Slavoj Zizek los haya exhibido ante mí como un verdadero prestidigitador de la palabra, me he metido de hoz y coz en la boca del lobo, es decir en las obras del mismísimo Lacan. No pretendo llegar más que a comprender, por ejemplo, qué es la "cadena significante" y si se usa de diferentes maneras o con diferentes significados. Para mí el significante era otra cosa, tal y como lo explicaba Saussure (mi formación es filológica). Palabras como "lo real" el "Otro" la "Cosa" o la juissance son talismanes secretos que me darán el poder de comprender el mundo, la política, "lo-que-está-sucediendo-hoy" y, sobre todo que me(nos) indicarán el camino a seguir. Quiero decir que me hace cierta ilusión imaginar que sucederá a sí, pero lo cierto es que me conformo con el disfrute que supone tomar estos "signos" como objeto de estudio.
He disfrutado mucho siguiendo el cruce de comentarios que se produjo entre usted, (creo) y Anti-pensador en la entrada El cognitivismo: pseudociencia de la cantidad, etc. Algo parecido le ocurría al poeta alemán Hölderlin; era extremadamente cortés con el fin de protegerse de la agresividad social; al menos eso he leído y también que permaneció enajenado la segunda mitad de su vida. De esta forma tiene sentido, pero mantener esa actitud mucho tiempo de forma consciente debe de ser aniquilador. En fin, siento como propias muchas de sus afirmaciones. A propósito de la anterior entrada sobre el inconsciente como base común de todos los seres humanos, le contaré que en cierta ocasión dentro de un documental sobre África, oí a un vecino de una tribu, ataviado con un taparrabos y unas plumas en la cabeza, explicar que él estaba muy contento porque tenía muchos colmillos de no sé qué mamífero, y eso le permitiría a su hija hacer una buena boda, o sea, casarse con el hijo de algún otro gran propietario de colmillos. ¡Exactamente igual que los burguesones de mi ciudad!
Espero que su blog, como ya le he dicho, me sea útil en mi personal aprendizaje.
Muchas gracias de nuevo
Estimado Mobesse
Muchas gracias por su respuesta y atenta lectura, como usted sabe un lector es algo que se aprecia por razones esenciales de la naturaleza psíquica.
¿”Un automatismo de repetición”? Quizás, aunque parece con seguridad que fue un significante en el sentido en que yo lo entiendo, que se ha encaramado a la historia del sujeto, produciendo insistentemente un sentido.
Como sabemos, desde la perspectiva psicoanalítica el ser humano es un sujeto de su historia.
Yo comencé a conocer a Lacan con mi primer profesor de lectura de la obra freudiana, Oscar Masotta en Buenos Aires, allí por… hace un par de siglos. Empecé entonces a entender a Freud a partir de la lectura de Lacan.
Mi primer contacto con el “significante” también proviene de la lectura de Saussure.
La mayor simplificación que he hecho para estos blogs de difusión del psicoanálisis, es la de una ruedita de relación entre los sonidos de las palabras que tiene un lugar abierto por el que se van agregando unidades que modifican la relación de toda la rueda. Que según la forma en que se combinan estos significantes se produce en cada uno el sentido con que aparece en la palabra que lo porta.
Sí, fue maravillosa la conversación con el anti-pensador. Cuando él quitó su blog, sentí una gran pérdida.
Holderlin es un nombre fuerte en las referencias que desde Heidegger y otros autores se han hecho de él, y de sus propios versos, claro.
He empezado a mirar su blog con gran interés y lo he incluido en mi lista de lecturas.
Gracias y espero que sigamos. Yo por mi parte sigo si el diablo no mete el rabo… espero que no.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.
Publicar un comentario