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lunes, 23 de enero de 2012

LA PSICOSIS COMO ENFERMEDAD PSICOSOMÁTICA. Cuándo y por qué es necesaria la medicación.


Nuestra hipótesis se basa en la idea siguiente:                 

La psicosis en sus distintas formas clínicas, al igual que otros  trastornos mentales que requieren para el dominio de sus síntomas el uso prolongado de fármacos, son producidos por estados de estrés emocional prolongado que a través del tiempo producen alteraciones bioquímicas cerebrales, que en un principio son de tipo funcional pero poco a poco se convierten en lesiones orgánicas; similar a una rodilla sobrecargada que al no ser puesta en reposo, va entrando en un estado inflamatorio que termina por dañar los tejidos.  

Este mecanismo de producción de la enfermedad permite enfocar el uso de los psicofármacos como el del anti inflamatorio que actúa sobre el órgano en que una congestión no tratada a tiempo ha dado lugar a una inflamación. Al principio podía haberse resuelto con  fisioterapia pero ahora requiere el complemento de la medicación.
Del mismo modo los problemas emocionales pueden tratarse inicialmente sólo con psicoanálisis – finalmente son problemas de deficiente maduración – pero después que se complican afectan al cerebro por lo que se llama mecanismo psico somático, vale decir que lo psíquico afecta al cuerpo. Entonces además del psicoanálisis, que sigue siendo indispensable para limpiar la causa, es necesario también tratar la lesión orgánica producida por la somatización.

El órgano volverá a su ser mediante la medicación y los conflictos emocionales que han estado siempre en la base del problema serán resueltos simultáneamente mediante el psicoanálisis.

La diferencia del pronóstico de los trastornos mentales tratados sólo con fármacos, cuando se entiende su causa exclusivamente como el problema de un cerebro enfermo – como es el caso del enfoque psiquiátrico de la enfermedad - y la del psicoanalista que lo enfoca como efecto de  conflictos emocionales, es notable por el hecho de que en el primer caso se lleva a cabo un tratamiento incompleto.

Si enfoco una psicosis como un problema genético o hereditario, la  enfermedad incumbe exclusivamente al cerebro que ha nacido dañado y he de tratarla como a una inflamación, únicamente mediante anti inflamatorios. El cuadro mejorará, pero sin embargo no se curará del todo sino que tendrá una evolución crónica. Por eso es que el médico psiquiatra le dice al paciente: —Tiene usted que tomar la medicación toda la vida como en una diabetes en que debe administrarse siempre insulina.
El problema de este enfoque no es sólo la dependencia al fármaco que se producirá en el paciente, sino la condena de padecer una enfermedad que se estabilizará pero que no tendrá una cura completa.

Me acuerdo de una joven paciente que traté durante años por una psicosis, que cursó con difícil y lenta - pero cierta – mejoría que en un momento dado sintiéndose capaz de seguir su vida por su cuenta, aún padeciendo algunos síntomas, tomó la decisión de suspender el tratamiento tanto de medicamentos como de psicoanálisis. Durante varios años le fue bien, desarrollándose con éxito.  
En un momento dado volvió a consulta con la intención de terminar el tratamiento. En ese momento se produjo un suceso muy interesante por su significación en cuanto a la concepción de la naturaleza de la enfermedad.
Recibí una llamada telefónica de su madre quien se expresó como si se tratara de una paciente orgánica, dando por sentado que no había curación posible.

Asombrado ante su enfoque, le dije que no era así, que además de la medicación, su hija había hecho en el pasado un trabajo importante de psicoanálisis y que ahora retomaba el tratamiento; por lo cual su pronóstico era mucho mejor que si sólo se hubiera tratado con medicamentos.

En este ejemplo se ven claramente las distintas concepciones que las personas (e incluso los profesionales) tienen en mente a la hora de enfocar estas cuestiones.

Partiendo de la experiencia clínica en casos de tratamientos psicoanalíticos, complementados por medicamentos, hemos llegado a estas convicciones.
En los cuadros de psicosis se trata de enfermedades neuróticas que siempre producen un estrés importante y terminan generando  alteraciones orgánicas en el cerebro.
En ello por otra parte seguimos la noción que nos dejó Freud, que  entre las neurosis productoras de angustia y las psicosis en que se altera la lógica con que se enfrenta la realidad, más que una diferencia cualitativa se trata de un proceso cuantitativo de suma de conflictos y aumento de la tensión, que desemboca en la psicosis.

1 comentario:

Juan Moisés dijo...

Muy buen artículo, quisiera compartir un artículo que he publicado titulado "Psicoanálisis y enfermedades psicosomáticas
http://juanmoisesdelaserna.es/psicologia/psicoanalisis-las-enfermedades-psicosomaticas/