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domingo, 18 de julio de 2010

LA "SUPERACION DEL PSICOANÁLISIS" : CONCEPTO DE INCONSCIENTE


(Extracto de “Psicoanálisis y Criminología”. Estanislao Zuleta. Editorial Espejo. 1986. Medellín. Colombia)

El tema más importante de todos los que presenta el pensamiento de Freud, el más notable de sus descubrimientos es el del inconsciente, pero desgraciadamente también es el más difícil de todos los problemas que planteó en el estudio del hombre. El pensamiento de Freud en ningún punto como en este del inconsciente se contrapone más radicalmente – por no decir más escandalosamente – a la cultura de su tiempo. Hay una notable incompatibilidad entre lo que Freud propuso como esquema de la estructura psíquica y lo que toda la cultura de su tiempo había pensado del hombre. Hay una especial incompatibilidad, por ejemplo, entre el pensamiento de Freud y toda la doctrina evolucionista, en psicología, en antropología, en sociología; en filosofías como la de Hegel, todas las doctrinas fenomenológicas que surgieron contemporáneamente a su obra y que son radicalmente contrapuestas a su pensamiento, y por supuesto al pensamiento religioso de todo tipo y de toda índole, también se contraponen de la manera más clara, más abierta y más irreconciliable. Por lo tanto, para Freud era de esperar una gran oposición, silencio, rechazo, tergiversación, es decir, una pésima recepción para ese elemento extraño de la cultura de su época, el inconsciente.

A los filósofos que creen tener las cosas claras y tienen una refutación rápida a la manera sartriana, hablar de pensamientos inconscientes es una contradicción en los términos, es lo mismo que no hablar de nada, es como hablar de hielo frito, porque un pensamiento es consciente por definición y punto. Así, hablar de sentimientos inconscientes es algo tan ridículo como hablar de un sentimiento que no se siente, de sentimientos insensibles. De manera que los filósofos, que creen tener las ideas más claras, comenzaron a refutar el problema en sus propios términos, pero para su propia desgracia, el problema no solamente era un hueso duro de roer sino que también era difícil de sospechar, y una vez que Freud produjo el tema, tampoco era fácil ocultarlo y ocultar la obra que alrededor de ese tema seguía creciendo en el campo de la antropología, de la lingüística, de la terapéutica y de la crítica literaria. Esto no se podía acallar, y el mismo Sartre, después deberá reconocer que su claridad (en “El ser y la nada”) es pura ignorancia, y que el psicoanálisis es indispensable en el mundo moderno.

Otro autor muy notable, Dr. Hesnard, había escrito un libro por la misma época de El ser y la nada que denominó “El universo mórbido de la culpa” en el cual se producía una gran superación del pensamiento de Freud, superación saludada con gran alarde en el prólogo del doctor Wallon, presidente del Instituto Francés de Psicología; pero unos 22 años más tarde, el Dr. Hesnard produjo otro libro que se llama ”La obra de Sigmund Freud y su importancia para el mundo moderno”, que publicó en el año 1963, en el cual descubre también lo mismo que Sartre, que la superación del psicoanálisis era un desconocimiento del psicoanálisis.

Esa historia de la superación es una historia muy interesante y la traigo aquí a cuento, como una alerta sobre la dificultad intrínseca del tema que vamos a tratar; una dificultad contra la que desgraciadamente no podemos hacer nada, porque hay cosas que son difíciles en su propia esencia, que no depende de nuestra exposición, aunque podamos hacer un esfuerzo para simplificarlo. De la misma manera que no se puede enseñar la doctrina de Einstein, por ejemplo, en términos de aritmética elemental, hay también una parte fundamental del pensamiento de Freud que no se puede simplificar demasiado y debemos aceptar el trabajo de abordarlo.

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