Páginas

leschnit@yahoo.es

viernes, 7 de agosto de 2020

¿PARA QUÉ QUERER TENERLO TODO?

 

 

¿Para qué quererlo todo, como el ´bicho chupa todo´ del ´ Submarino amarillo´ de los  Beatles que, a fuerza de chuparlo todo, cuando ya no queda nada para chupar se chupa a sí mismo?

¿Cuál es la razón de esta psicología, el mecanismo de este pensamiento; las causas de esta obsesión?

Lo que hay detrás de esta pasión auto-destructiva, es el querer ´serlo´ todo. Hemos cambiado el verbo ser por el tener. 

Una pasión omnipotente. 

Detrás de tenerlo todo está la fantasía de serlo todo, una pasión omnipotente.   

Dice la lógica del modelo de producción acumulativo: ´si lo tengo todo, es porque soy todo´.

Confunde el ser con el tener. Su contra evidencia es que puedes tenerlo todo y no ser nada.

El fallo de la realidad que contradice esta lógica, es el hecho que todos los seres humanos, aunque lo tengamos todo y lo seamos todo, vamos a morir.

Cómo dijo Borges en uno de sus chistes, en una estadía en Bogotá:

“Morirse es una costumbre que sabe tener la gente”.

En un otoño ventoso con mi hijo Federico visitamos su tumba en el cementerio de ilustres de Ginebra en Suiza.

La finitud.

 Tenemos fin, pero nos queda difícil aceptarlo.


Heidegger, nos recordaba que el ser humano es el único animal que sabe que se va a morir.

Esta bella manera de expresarlo, no significa que, por saberlo, lo acepte. Heidegger recomendaba tenerlo presente.

 

Al humano le cuesta aceptar su límite, su fin, su mortalidad, y no sólo le cuesta, sino que lucha con toda su fuerza para sentirse inmortal.

 

En ese sentido, si el poderoso puede hallar en la crisis social pos pandemia, algo que le vaya bien a sus intereses, no cabe duda de que lo va a hacer; por decirlo así, no aceptará morir; lo cual no es de buen augurio.

 

¿Qué beneficio puede sacar el poder de las élites de una población hambreada, cuatro veces más grande que la actual?

 

Si encuentra una respuesta, la tratará de imponer con toda la capacidad disponible.

“El hombre es lobo para el hombre”, dijo Hobbes.

 

Quererlo todo para sentirse inmortal.

martes, 31 de diciembre de 2019

LA INCLUSIÓN DE LO DIFERENTE.



Desde el punto de vista de la teoría psicoanalítica.



Somos diferentes de nosotros mismos por el hecho de tener inconsciente; dado que este inconsciente, cambia permanentemente.

Esta base profunda del psiquismo humano, que produce el sentido de lo que vemos y entendemos, de la visión de la realidad, está, como decimos, en permanente cambio. Por eso podemos afirmar que somos diferentes de nosotros mismos.

La dificultad que esto supone es que, si nos damos cuenta de eso, se nos cuestionan los principios con los que nos hemos formado, con los que nos hemos educado, con los que nos vemos a nosotros mismos.

Así como el inconsciente cambiante nos lleva a una permanente creatividad, virtud esencial del ser humano, también nos hace sentir que no podemos contar con que lo que entendemos y sentimos sea algo establecido para siempre, nos vemos por ello sumidos en cierta incertidumbre.

La tendencia a rechazar al diferente, común en nuestras conductas culturales, tiene esta base. Nos ayuda a no cuestionar lo diferente de nosotros mismos, a no ponernos en cuestión.

Si aceptamos al diferente, esa misma lógica nos acerca a mirarnos a nosotros mismos como a desconocidos.

¿Quién se conoce mejor a si mismo que uno? Esta es la presunción del yo, que nos hace sentir que somos evidentes, conocidos, seguros, de una pieza.

Vivimos en una cultura de lo igual, que rechaza lo diferente. Hemos sido criados y educados en esta noción.

En nuestra sociedad, cuestionarla queda remitido al arte y a los artistas. Cuando Picasso le responde al periodista que él no busca, sino que encuentra; es porque ha hallado la llave de encontrarse a sí mismo como alguien desconocido a cada paso, como alguien que se sorprende de sí mismo cada mañana.

Por esta razón psicológica es un artista, debido a que esta sorpresa ante sí, le lleva a la lógica del descubrimiento. Se descubre a sí mismo y en el mismo movimiento descubre la realidad. Y debido a ello les enseña a los demás a hacer lo mismo.

Esto es lo que necesita la sociedad, del arte. Las estructuras ideológicas sostienen la realidad social, pero al mismo tiempo necesitan válvulas de seguridad que dejen entrar oxígeno a su mirada para no explotar como un globo. Para eso necesitan a los artistas.

Los artistas son el oxígeno de la sociedad. Ello hace que sean reconocidos como la actividad más valorable. Pero al mismo tiempo son temidos y ciertamente rechazados.

Esta doble percepción a la que se ve sometido el artista, es su condición de vida en la sociedad, en la que necesita aprender sus estrategias de supervivencia.

jueves, 26 de diciembre de 2019

LOS ALGORITMOS







Los humanos nos hemos dado cuenta que nuestras conductas e ideas conscientes responden a una trama estructurada inconsciente.

Esto, que es el aporte teórico del psicoanálisis, les ha permitido a los que se dedican a la comunicación social y empresarial en este tiempo, desarrollar una dirección basada en algoritmos.

Los algoritmos, como sabemos, son unas fórmulas matemáticas que ordenan dichas conductas, al mismo tiempo que se reordenan a sí mismas, vale decir que aprenden.

De la antigua pregunta sobre el predominio del hombre sobre la máquina o de la máquina sobre el hombre, la sociedad manejada por algoritmos matemáticos, apuesta radicalmente por esta última opción, que la máquina dominando la mente humana.

La forma en que el algoritmo incide en la realidad social es por medio de estímulos subliminales. Con los mismos mecanismos que el lenguaje, influye en el pensamiento social o empresarial, mediante sugerencias inconscientes. De la misma manera opera el tratamiento psicoanalítico, que reordena el inconsciente, al darle mayor coherencia para que coincida con el deseo profundo del sujeto.

El deseo inconsciente es, para Freud, la base dinámica, el impulso con que el inconsciente funciona.

El conflicto inconsciente freudiano de la neurosis, es una falla lógica. El neurótico, en un momento dado piensa con una lógica y en el momento siguiente con otra. Esto produce una serie de problemas en el pensamiento y por lo tanto también en la personalidad del sujeto. El tratamiento busca que el pensamiento funcione con la misma lógica.

El algoritmo funciona igualmente con un sistema de sugerencias inconscientes; pero en lugar de estar fundamentadas en el deseo inconsciente propio del sujeto, las tiene planificadas en función de los intereses de sus programadores; por lo cual la esencia de humanidad que se orienta en el campo del deseo, queda descartada. Aún más, las condiciona a un sistema de órdenes, que construye un sujeto paranoico.

El psicoanalista ejerce este poder sobre el paciente, a condición de no utilizarlo en su propio interés. Por esta ética, el psicoanálisis permite al paciente recobrar su propia palabra. Le acompaña sin robarle su propio camino.

Debido a ello, en la sociedad del siglo XXI, sentimos que vivimos en un mundo de inhumanidad. No sólo por las conductas agresivas que genera, sino también por la falta de poesía en el espíritu, que nos deja en un automatismo. El ser humano ha dejado de ser el que maneja la máquina, para ser secuestrado por la máquina, para volverse parte de la máquina que lo maneja.

sábado, 14 de diciembre de 2019

¡DEJEN DE PELEARSE!



Referido a este afán de pelear del ser humano, unos contra otros, desde hace doscientos mil años, o el tiempo que fuera desde que existe el humano sobre la Tierra, nos invade la sensación de que esto es un error, una estupidez, un rasgo de salvajismo.

Dicen al algunos que el ser humano es, materialmente, un salvaje.

No soy del todo ignorante respecto de las ideas freudianas acerca de que el inconsciente es un reservorio potencial de pulsiones, de fuerzas primarias, de sentimientos que afectan al humano y que, lejos de ser una cuestión circunstancial es, por el contrario, esencial a su personalidad.

Freud decía a sus alumnos que “hay una falla consustancial a la naturaleza psíquica humana”, complementándolo con el consejo para su trabajo como psicoanalistas, que “no la quieran arreglar”.

Y que, cuando algún joven inquieto le decía: Profesor, entonces ¿qué tenemos que hacer con eso? Freud le contestaba que se las arreglara como pudiera.

De todos modos, más allá de las diversas reflexiones, no dejo de sentir que esta condena a la violencia convive, paradójicamente, con una condena al amor y la creación. Que, si nos es imposible dejar de odiarnos, también lo es dejar de amar y de crear.

Me acuerdo de Borges cuando decía que lo que salva al hombre es el amor y el arte. Me gusta y creo que no es sólo un gusto personal, sino un dato duro de la realidad.

A ese dato real lo llamo poesía, lo que nos indica la naturaleza simbólica del hombre.




sábado, 30 de noviembre de 2019

EL AGUJERO DE LA MEMORIA




Vivimos en un tiempo cultural en que los ciudadanos tenemos un agujero en la memoria.

El caos de la civilización actual tiene como efecto producir este agujero.

La importancia de este fallo de la mente es que, si se pierde la claridad de los recuerdos sobre los hechos de nuestra vida, quedamos sumidos en la confusión.

Al mismo tiempo, esta confusión está en la base del aumento de las depresiones en este principio del siglo XXI. ¿Por qué nos deprimimos? Porque es muy difícil andar a los tumbos dándonos golpes contra las paredes como un gato ciego.

domingo, 29 de septiembre de 2019

lunes, 9 de septiembre de 2019

LA HISTORIA DE LA MUJER A LA QUE TODOS LOS TIPOS LE RESULTAN CASADOS.



Ella busca un hombre que le dé seguridad, y él aprovecha para enamorarse de una joven ante la que se siente grande.
Esta es la trampa de la historia de esta mujer, a la que todos los hombres con los que se relaciona, resulta que son casados.

Disección forense.

1. Miedo.
Ella había vivido con inseguridad y miedo. Su padre la había dejado abandonada en manos de su madre desde corta edad. Él, en realidad, estuvo presente en la vida de la pequeña, pero de forma esporádica e insuficiente. Esta marca la había afectado, llevándola a sentir un temor del que nunca supo cuál era la causa.

2. Elección de un hombre mayor.
Esto iba en la misma dirección de sustitución de aquel padre ausente, que tanto deseó tener.

3. Aparición de los hombres casados.
Era una combinación de los problemas de los dos, en la vida de relación. Estos hombres, una y otra vez, se habían sentido desilusionados de su pareja matrimonial con la que las mutuas inmadureces habían llevado a mal puerto la relación. Y, movidos por la ilusión de una nueva relación enamorada con una joven mujer que estaba empezando su camino amoroso; sin dejar de saber, en el fondo, que lo que le podían ofrecer, necesariamente pasaba por el ocultamiento de su relación familiar, con una cruel mentira; lo que llevaría a la relación necesariamente al fracaso.

4. Ella se sentía condenada a la frustración amorosa, lo cual la había llevado a la depresión. Por otra parte, afortunadamente, la llevó también a pensar que ella también tenía un problema, solicitando consulta de psicoterapia analítica, con la que fue resolviendo notablemente el problema.